La cancelacion de los Grandes Premios de Australia y Baréin y el hecho de no haber podido por tanto ofrecer estas carreras en televisión ni recibir ingresos de patrocinio relacionados con las carreras y el ‘paddock club’, han tenido como consecuencia una pérdida de casi el 85% de los ingresos.
Y además se debió hacer frente al coste de trasladar la F1 hasta Australia y repatriarla sin correr. Además debió correr con el coste completo de sus gastos de personal, ya que el ‘ERTE’ en Gran Bretaña no entró en vigor hasta abril. Todo ello hace que las pérdias del primer trimestre se acerquen a los 140 millones de dólares.
Aunque Liberty había recibido el pago de los cánones de estos dos Grandes Premios y también los derechos de televisión de varias cadenas, no los ha contabilizado porque a priori debe devolverlos al no haber podido disputarse las carreras.
Y en el segundo trimestre la caída será posiblemente mayor ya que se han suspendido o aplazado todos los GP. Tradicionalmente el primer trimestre, con sólo un par de GP, es el trimestre con menores ingresos con diferencia y por lo general arroja pérdidas ya que hay gastos que deben afrontarse antes de que se inicie la temporada.
Liberty afirmó que espera que la cosa mejore notablemente en el futuro, aunque las incertidumbres para este año se mantengan. "Estamos avanzando con nuestros planes 2020, pero también trabajamos para ser mucho más fuertes en un futuro a largo plazo gracias a las nuevas reglas técnicas, deportivas y financieras que mejorarán la competitividad y espectáculo en la pista y la convertirán en un negocio más saludable para todos los involucrados".