Peugeot vuelve a la carga con su sueño de Le Mans. La marca francesa reiteró su voluntad de estar en el Mundial de Resistencia en 2022 con las reglas nuevas del WEC, aunque no ha aclarado si será con un hypercar o bien adaptándose a las normativa nueva LMDh.
La marca francesa hizo este anuncio hace ya unos meses, pero desde que el Automobile Club de L'Ouest y la IMSA decidieron crear una categoría nueva de confluencia como los LMDh, se produjo un silencio en la comunicación de la marca.
Los planes iniciales de ir junto a la estructura Rebellion y con un auto fabricado en colaboración con Oreca sufrieron un revés con el anuncio del equipo suizo de detener su actividad deportiva a final de esta temporada y el de Oreca de apostar por los LMDh pensando en clientes, no en vano es el mayor proveedor de chasis LMP2.
Jean-Marc Finot, máximo responsable de PSA Motorsport, finalmente ha confirmado que el programa sigue adelante y que quieren estar en 2022 en pista como se había previsto inicialmente.
"En un panorama de ausencia de competiciones y de imposibilidad por parte de nuestros proveedores de entregar componentes, tomamos la decisión en cerrar temporalmente PSA Motorsport en marzo. Pese a ello, hemos seguido trabajando estrechamente con nuestros colaboradores para que el proyecto del WEC avanzara en la dirección correcta durante este periodo de confinamiento", comenta Finot al portal web Endurance-Info.
"Gracias al teletrabajo, hemos podido mantener la actividad de investigación y desarrollo, con los medios que el grupo PSA ha puesto a nuestra disposición. El impacto de esta crisis sanitaria ha podido mitigarse y nuestro objetivo sigue siendo estar en pista en 2022", agregó.
En estos momentos Finot y su equipo están a la espera de la redacción de las reglas de LMDh, para estudiar sus posibilidades técnicas y las exigencias financieras, para decidir si el auto se construirá según las reglas hypercar o bajo la posibilidad nueva de los LMDh.
Hay que tener en cuenta que, por el momento, Peugeot no tiene ningún hypercar en producción, ni ha presentado o anunciado un proyecto para un vehículo legal para calle de estas características.
Finot explicó que tras esta crisis, "los deportes de motor deberán tener una mayor preocupación por su responsabilidad social y mediombiental y reducir notablemente sus costos. Esto será así tanto para el Mundial de Resistencia como para cualquier otro campeonato".
"La prioridad para un campeonato deberá ser la competitividad y el espectáculo, más que el desarrollo de tecnologías poco razonables como hemos visto hasta ahora. Estamos en una carrera contrarreloj para asegurar la perennidad del deporte motor. Sólo así podemos proseguir esta gran aventura".
Lo que más llama la atención no es la necesidad de reducir costos, sino la de evitar tecnologías poco razonables, un camino que puede ser una muestra de poder y capacidad, pero que no lleva a ninguna parte de cara al mundo real del automóvil y que acaba disparando los costes. Es una clara advertencia a legisladores y promotores.
En estos momentos, PSA Motorsport está trabajando con socios nuevos en su proyecto porque el 2022 está a la vuelta de la esquina, como quien dice. Eso sí, el retorno del WEC al año natural les da un margen de casi seis meses sobre el calendario original, pero también significará llegar a Le Mans 2022 con un rodaje menor.