La bajante histórica del río Paraná en la cuenca del Plata, entre otras consecuencias, dejó práticamente sin agua a la laguna Setúbal.
Mas allá de los cambios en el paisaje al que no estamos acostumbrados los santafesinos perseguidos por las constantes crecientes, el lecho seco provocó que muchos intentaran caminar por la zona.
El pasado fin de semana, llamó la atención la cantidad de gente que recorría la Costanera, puntualmente porque estamos bajo cuarentena obligatoria y sin permisos para salidas recreativas, y ante este nuevo panorama natural los ciudadanos aprovecharon para caminar sobre la laguna y sacarse fotos para registrar la bajante.
¿Es peligroso?
El geólogo Carlos Ramonell, investigador de la FICH, explicó por LT10 por qué no se debe transitar por el lecho en estas condiciones.
"Este fondo lagunar recibe sedimentos muy finos, como arcilla, y ahora estamos viendo un lecho que emerge pero que la mayor cantidad de días, en los últimos 50 años, estuvo cubierto por al menos dos o tres metros de agua. Por eso, la posibilidad de secarse es muy lenta, muy gradual", sostuvo Ramonell, quien remarcó: "El suelo ofrece una falsa sensación de seguridad".
Es decir, que se va secando la lámina superior pero debajo queda un terreno fangoso y poroso, describió el especialista. "El problema de los peatones puede ser secundario, sin minimizarlo, pero el paso de vehículos es más complicado", señaló.
De todos modos, indicó que el lecho no es homogéneo "ya que se ven los pozos de dragado", y acá está el problema. "Quedan como una especie de barrancas, que la tentación de la gente que va en auto es acercarse y al estar emergidas son tan inestables como las que están en la margen de un río".
Poner peso sobre estos pozos de dragado "es peligroso y no debe hacerse", dijo Ramonell. "El terreno es inestable, uno puede ingresar, caminar, pero puede ceder la capa superficial y hundirse".
En ese sentido, insistió: "El lecho de la laguna es inestable, están andando por un terreno que no conocen".