Los Angeles Lakers se consagró esta noche campeón de la edición 2019-2020 de la NBA de básquetbol, en la denominada 'burbuja' de Orlando, al derrotar claramente a Miami Heat por 106-93, y sentenciar la serie final de la competencia por 4-2, en medio de la pandemia del coronavirus.
La franquicia de California, ganadora de la Conferencia Oeste, obtuvo de este modo el decimoséptimo anillo de su historia (empató la marca de Boston Celtics) y volvió a la cima, luego de diez temporadas.
En un año particularmente significativo por la inesperada muerte de un emblema de la entidad como Kobe Bryant (producida en enero pasado a raíz de un accidente aéreo), el equipo dirigido por Frank Vogel se quedó con el título, por mérito propio.
Luego de 74 días de competencia en el complejo Disney Wide World of Sports, Lakers sumó una nueva estrella a su firmamento de gloria, a partir de la descomunal tarea del astro LeBron James.
El alero, de 35 años y el todavía jugador más influyente y determinante de toda la Liga estadounidense, consiguió un nuevo ‘triple-dobleÂ’ a su frondosa cosecha: 28 puntos (12-15 en dobles, 1-5 en triples, 1-4 en libres), 14 rebotes y 10 asistencias en 41m. en cancha.
James, además, sumó otra franquicia a la que clasificó campeón en la NBA, porque anteriormente había festejado con Miami Heat (2012 y 2013) y Cleveland Cavaliers (2016).
Pero también diseñaron decisivas contribuciones otros de los dos ‘veteranosÂ’ del conjunto. Así, el base Rajon Rondo (que también se había consagrado con los Celtics) aportó 19 unidades (3-4 en triples), 4 rebotes y 4 asistencias, mientras el ala pivote Anthony Davis colaboró con 19 tantos, 15 rebotes y 3 pases gol.
Tampoco son para desdeñar los 17 puntos y 2 rebotes que acumuló el base titular Kentavious Caldwell Pope, de muy buen rendimiento en el tramo inaugural del partido.
En los Heat, los números más destacados los proporcionó el pivote Bam Adebayo, que terminó con un balance de 25 tantos, 10 rebotes y 5 asistencias, aunque también falló conversiones propicias desde posiciones cercanas al canasto.
En el primer cuarto, Miami Heat intentó hacerle frente a un Los Angeles Lakers que, a diferencia de lo exhibido el viernes pasado en el quinto juego (108-111), exhibió fortaleza defensiva y una transición ofensiva que lastimó, de par en par.
En el segundo capítulo, el equipo californiano intensificó ese dominio, con un James que aportó en todos los rubros. A Miami, el cansancio de la serie final pareció pasarle prematura factura y solamente el retorno del base esloveno Goran Dragic (ausente durante cuatro partidos por una fascitis plantar) le pudo sacar una sonrisa.
Sin embargo, el cierre del primer tiempo (64-36) ya indicaba que, salvo catástrofe, el título ya tenía dueño.
Y así ocurrió no más, porque los 24 minutos finales, más allá de que la diferencia osciló entre los 25 y 30 puntos, para convertirse ‘mentirosamenteÂ’ en un saldo de 13 (106-93), no registraron cambios en el rumbo de un partido que fue dominado por Lakers, de principio a fin.