En el suroeste del Reino Unido, más precisamente en Cornualles, una prisión del 1700 ha sido convertida en un lujoso hotel cuatro estrellas donde los huéspedes podrán disfrutar de toda la "intriga, asombro y misterio" que rodea este lugar.
La historia de la cárcel de Bodmin se remonta hasta el año 1779, cuando fue construida a petición del rey Jorge III como parte de la reforma penitenciaria que tuvo lugar durante esa época. Su construcción marcó un hito en el diseño de las prisiones británicas al ser la primera en contar con celdas individuales y áreas segregadas para hombres y mujeres, modelo que sería repetido en el resto del país.
Durante los años que se mantuvo en operación antes de cerrar sus puertas en 1927, albergó a una gran cantidad de prisioneros acusados de diversos crímenes; entre ellos, 55 convictos encarcelados por robo o asesinato recibieron la pena capital dentro de sus instalaciones. Asimismo, durante la Primera Guerra Mundial las joyas de la Corona fueron resguardadas en este lugar.
Este magnífico sitio fue clausurado hace más de 100 años, y tras grandes trabajos de remodelación, ha dado paso al lujoso Hotel Cárcel de Bodmin, el cual cuenta con elegantes habitaciones completamente equipadas que mantienen las características de las celdas originales, largos pasillos con paredes de piedra, así como con un restaurante-bar que ofrece platillos típicos de la gastronomía británica y un salón de eventos.
El hotel comenzará a recibir huéspedes a partir del 12 de febrero del próximo año; sin embargo, a través de su portal de Internet ya es posible reservar habitaciones, cuyo costo por noche comienza en los 136 dólares.