Ante la llegada de las altas temperaturas, desde la Municipalidad de Santa Fe se recuerda que realizar actividad física requiere de ciertos cuidados. Desde el área de Deportes del municipio, solicitan a vecinos y vecinas tomar precauciones a la hora de practicar alguna disciplina. Además, se recuerda que las playas de la capital provincial no están habilitadas como balnearios.
En primer lugar, se reitera la importancia de respetar el distanciamiento y tener siempre a mano algunos elementos clave: el alcohol en gel para higienizar frecuentemente las manos, el tapabocas para los momentos en que no se realice actividad física y un recipiente con agua para garantizar la hidratación.
Además, se enumeran algunas recomendaciones:
- No exponerse al sol entre las 12 y las 16 horas
- Utilizar pantalla o protector solar
- Vestir ropa cómoda y liviana, preferentemente de colores claros
- Usar sombrero, gorra o pañuelo para cubrir la cabeza, junto con lentes de sol
- Beber abundante agua en todo momento para evitar la deshidratación y los golpes de calor
Efectos adversos
La deshidratación es una afección causada por la pérdida extrema de líquido del cuerpo. Ocurre cuando se elimina más líquido del que se ingiere y el cuerpo no puede funcionar correctamente.
El agua se pierde al sudar, orinar, vomitar o en episodios diarreicos. Los signos y síntomas de deshidratación son boca seca/pegajosa y/o lengua hinchada. En esos casos de fatiga o debilidad, también puede estar incluidos aquellos síntomas como el mareo, las náuseas, el vómito, los dolores de cabeza, el estreñimiento y la sequedad de la piel.
Para mantener una buena hidratación, se recomienda beber mucho líquido y consumir alimentos con alto contenido de agua, fundamentalmente frutas y verduras. Además, a la ingesta de agua constante se pueden agregar algunos cítricos.
Por otra parte, el golpe de calor o shock térmico es uno de los casos más graves de hipertermia. Es el sobrecalentamiento que sufre el cuerpo debido a las altas temperaturas o un exceso de ejercicio físico.
Los signos del golpe de calor incluyen los siguientes síntomas: fiebre de 40° o más y cambios en el estado mental o el comportamiento, tales como confusión, agitación, dificultad en el habla, calor extremo, piel seca y/o sudoración excesiva.
Para todos los casos, es importante comunicarse rápidamente con los servicios de emergencia o llevar al paciente al centro de salud más cercano.