Salud - Controlando la ingesta

Jueves 14 de Enero de 2021 - 18:16 hs

Mindful snacking, la técnica para no arrasar con el paquete de galletitas

Los dulces y algunos snacks son una tentación difícil de controlar, pero es posible parar de comer si se aplican algunas estrategias.

Las galletas son una de las tentaciones más difíciles de resistir para todos. Y cuando empezamos a comerlas, apretar el pedal de freno parece más difícil que uno de los doce trabajos de Hércules. Pero hay una técnica que podría ayudarnos a parar este apetito traicionero, se llama “mindful snacking”.

El nombre de esta estrategia está inspirado en la técnica de meditación mindfulness o atención plena, que tiene como objetivo focalizar nuestra atención, de manera consciente, en la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación. Es decir, disfrutar el “aquí” y el “ahora” con intensidad. Sirve para controlar el estrés, aumentar la autoconciencia y mejorar el bienestar general. Si este método se puede aplicar mientras nos lavamos los dientes, también podría ser la base de nuestra respuesta a la gula sin freno.

El mindful snacking propone comer con atención y vivir el momento de la ingesta. Los especialistas que lo promueven aseguran que esta técnica puede colaborar a tener una mejor relación con la comida, que los momentos en los que comemos un snack generen mayor satisfacción y a evitar los atracones desmedidos.

¿En qué consiste? Hay cinco mandamientos básicos para practicar el mindful snacking. El primero es dividir el paquete en varias partes y comer sólo una de ellas, o directamente comprar envases más chicos que ya vienen con la porción individual, como los que los niños llevan al colegio .

El segundo es minimizar las distracciones a la hora de comer. Una de las recomendaciones de los nutricionistas para no pasarnos con las comidas es precisamente evitar acciones como, por ejemplo, mirar la televisión o trabajar en la computadora. Esto también se aplica en el caso de la merienda o las colaciones, en especial si no son demasiado saludables.

El tercero consiste en oler la comida y saborear cada bocado de forma plena. Se trata de explotar los cinco sentidos a la hora de comer. El cuarto es masticar lentamente y prestar atención a cada movimiento que hacemos con la boca.

Estos dos últimos pasos tienen como beneficio extra que la ingesta del snack se realice más despacio, lo que contribuye a comer menos. Como el cerebro tarda unos 20 minutos en reparar que el cuerpo está satisfecho, la lentitud al incorporar los alimentos resulta entonces otra pieza fundamental de nuestro arsenal anti atracón.

El quinto mandamiento es terminar de masticar antes de agarrar la próxima galletita o snack. Es un sistema similar a dejar los cubiertos sobre la mesa entre bocados, en lugar de mantenerlos en las manos. Este método hace que mastiquemos por más tiempo los alimentos y, una vez más, comamos más despacio.

¿Por qué es mejor disfrutar de ingerir los alimentos despacio? Además de reducir la cantidad de productos no saludables que solemos incorporar cuando nos da hambre , comer rápido puede causar hinchazón, gases y trastornos gastrointestinales. Este hábito también dificulta la digestión y hace que consumamos mayor cantidad de comida de la que realmente necesitamos.

Por otro lado, es recomendable evitar los alimentos procesados y el azúcar blanco refinado, e inclinarse por opciones integrales y de origen vegetal. Si nuestro punto débil son las galletitas, podemos probar el mindful snacking y así no tendremos que renunciar por completo a nuestros deseos gastronómicos. Implementar nuevas rutinas a la hora de comer se traduce en mejores cuidados para nuestra salud.

Fuente: TN