Los ecuatorianos elegirán presidente en elecciones que tendrán como principales candidatos a Andrés Arauz, apoyado por el ex presidente Rafael Correa, y al conservador Guillermo Lasso.
Las elecciones de este domingo marcarán el epílogo de la presidencia de Lenín Moreno, una de las más convulsionadas de la historia del país, con una pandemia de coronavirus desbordada en la ciudad de Guayaquil, mientras que tomó un viraje importante con respecto a las políticas del propio Correa.
El ex mandatario apoyó durante la campaña a Arauz, quien lidera las encuestas, aunque todo indicaría que podría darse una segunda vuelta con Lasso.
Están convocados a las urnas 13 millones de ecuatorianos, que tendrán a su disposición 15 hombres y una mujer como candidatos al máximo cargo.
Desde el 29 de enero pasado, la ley ecuatoriana impide la publicación de cualquier encuesta, aunque los sondeos que se conocieron apuntan a una victoria de Arauz que no alcanzaría para esquivar una segunda vuelta.
El voto en Ecuador es obligatorio entre las personas de entre 18 y 65 años, aunque sin embargo se espera una importante cantidad de votos nulos, además de en blanco.
La campaña fue iniciada el 28 de diciembre pasado, marcada por las restricciones sanitarias ante la pandemia del coronavirus, lo que marcó que sólo hubo actos en caravanas de autos y en plataformas virtuales.
Según el informe de France 24, en la campaña, algunos candidatos desempolvaron propuestas que representarían violación de derechos humanos, entre los que se encuentran la pena de muerte, la cadena perpetua o la castración química.
No obstante, el principal tema que aqueja a los ecuatorianos es la pandemia y los efectos que ha tenido en la economía del país, así como el veto a la candidatura de Rafael Correa.
Además de las duras imágenes de Guayaquil al principio de la pandemia, con cadáveres en las calles, se estima que más de dos millones de personas cayeron en la pobreza en los primeros tres meses del brote de coronavirus.
En ese panorama, la economía es la principal preocupación para los ecuatorianos, según expertos, que ubican al empleo en el segundo lugar.
En septiembre pasado, unas 523 mil personas se encontraban sin empleo formal, lo que redunda en uno de los peores indicadores de la historia para Ecuador.