Colón arrancó la zona A de la Copa de la Liga Profesional con una contundente y auspiciosa victoria 3-0 como visitante ante Central Córdoba, sin embargo, el DT Eduardo Domínguez terminó muy molesto. No por lo realizado en el campo de juego, sino por lo que se vivió en la previa. Tanto es así que pidió hablar primero en la conferencia de prensa, donde le envió un mensaje de inconformismo a la dirigencia.
"Lo que pasó hoy (por este viernes) en nuestro vestuario no puede pasar. No tener las cosas mínimas para un partido profesional, no va", apuntó el estratega que, pese a su tono calmo, tenía mucha bronca por detalles que considera, son indispensables y normales para el nivel de competencia formal.
Fue contundentes en sus dichos, pero no dijo por qué. Diez en deportes fue recabando información y encontró los motivos que lo llevaron a plantarse así ante los medios. El plantel debía viajar después del almuerzo del jueves hacia Santiago del Estero, pero la salida del micro se demoró 45', porque no estaban las camisetas nuevas (que Kelme oficializó en las redes sociales) y tampoco el jefe de seguridad (de nombre Rafael).
El técnico "caminaba como un león enjaulado" de un lado a otro a la espera de que se resuelva todo esto. Al parecer, al personal encargado de resguardar al grupo no le habían pagado y por eso no quería viajar. Entonces, quien le abonó la deuda habría sido el abogado Juan Saliva para que se presente y se emprenda el traslado, relató el periodista Julio César Canteros.
Un rol importante, ya que ante la policía en la ruta, el único que puede bajar es justamente el jefe de seguridad. Factores que no condicen con un equipo que milita en la Primera División, reflejando que hay cosas que no están funcionando correctamente. El presidente José Vignatti dijo en LT10 que el club está al día en todo, pero el DT hizo notar que no es así. ¿Se fisura la relación?