Los docentes privados nucleados en Sadop resolvieron la aceptación de la propuesta salarial del gobierno provincial por un porcentaje cercano al 60 por ciento. El 40% restante optó por el rechazo.
El ofrecimiento consiste en un 35% de incremento en tres tramos: el 18% en marzo, el 8% en julio y el 9% en septiembre. Además, contempla una cláusula de revisión en octubre.
La decisión es contraria a la adoptada por Amsafe, que declaró paro por 48 horas desde el lunes 15, con lo cual las clases comenzarán en la fecha establecida en las escuelas privadas, pero no así en los establecimientos públicos. Además, de no recibir una propuesta superadora, la medida de fuerza continuará con otra huelga los días 23 y 25 de marzo (con el feriado del 24 de Marzo entre medio).
Esta mañana, y ya avizorando los resultados de Sadop, el secretario general del gremio, Pedro Bayúgar, defendió el ofrecimiento de la Provincia y lamentó las disidencias con el criterio de los docentes estatales.
“Desde el '95 tenemos una alianza táctica con Amsafe que hoy se puede romper", anticipó por LT10. "Para mí, la bondad de la propuesta es que nos ofrece el mismo guarismo de inflación del año pasado, con una cláusula de revisión en octubre. Muchos añoraban la cláusula gatillo y la verdad es que nos dejó 10 puntos por debajo. Este mecanismo es superador de la cláusula gatillo”, explicó.
No obstante, horas después Bayúgar aclaró por esta emisora que "no es la primera vez que suceden estas diferencias" con el gremio de los maestros estatales y que en otras oportunidades solucionaron las mismas "dialogando".
"Nosotros creemos que, en el respeto y la legitimidad que reconocemos a la decisión de Amsafe, seguramente vamos a poder continuar consensuando. Llevamos muchos años trabajando juntos y no creo que por una diferencia en medio de tantos años pueda hablarse de ruptura o cosa por el estilo".
Aceptación con críticas
A la hora de evaluar la aceptación del ofrecimiento de la Provincia por parte de los docentes privados, Bayúgar manifestó: "no podríamos hablar de satisfacción, sí creemos que hemos agotado todas las instancias y posibilidades de consultar y este es el resultado. Me guste o no me guste, democráticamente salió así".
"No es una aceptación 100% jubilosa, exultante", añadió.
"Es una aceptación que también contiene críticas, que de alguna manera tendrán que recibir respuestas. El gobierno tendrá que leer las críticas de los que rechazan. Más allá de que empiecen o no empiecen las clases, lo que se tiene que impulsar es que en la continuidad del diálogo se logren las respuestas que tanto aceptantes como rechazantes expresan en el momento de votar", cerró.