Las últimas cifras de pobreza alarmaron y preocuparon al país entero. Y Santa Fe no es la excepción: en los barrios, las necesidades se hacen sentir cada vez más, entre ellas, la de alimentos. Sin embargo, la ayuda estatal no crece al ritmo de esa necesidad.
“Nosotros conocemos la pobreza porque nacimos y nos criamos en la pobreza. Sabemos lo que es tener para comer y lo que es no tener para comer”, expresó ante el móvil de LT10 el titular de la vecinal Santa Rosa de Lima, Miguel Verón, quien a su vez está a cargo del comedor de la entidad.
En ese lugar, se preparan 80 viandas por día, de lunes a viernes. Eso se hace con 90 mil pesos mensuales que la Provincia les otorga para cubrir todos los gastos. El cálculo da 56,25 pesos por cada vianda, que siempre incluye carne y verduras.
“Para nosotros es duro porque cada vez alcanza menos”, admite Verón. “Hace tres años que el gobierno no nos aumenta nada. Y la carne aumenta todos los días, la verdura aumenta todos los días...”
Así, haciendo malabares, sobrellevan el día a día. Y gracias a la generosidad de los comerciantes del barrio. “Siempre le estamos debiendo algo al carnicero y al verdulero”, lamentó el vecinalista.
De todas formas, la intención de quienes trabajan (ad honorem) en el comedor es no cerrar, bajo ninguna circunstancia. “Encima de que tenemos la pandemia, que se cierre es peor. Hoy por hoy nadie te da una changa. La gente en el barrio no tiene plata”, concluyó.