Michael Collins, el piloto del Apolo 11 que llevó a Neil Armstrong y Buzz Aldrin a la Luna en 1969, falleció este miércoles a los 90 años, víctima del cáncer.
De los tres pioneros lunares, solo sobrevive Aldrin, con 91 años: Armstrong fue el primero en fallecer, en 2012.
“Pasó sus días finales pacíficamente, acompañado de su familia”, escribieron sus allegados a través de sus redes sociales. “Mike siempre enfrentó los desafíos de la vida con gracia y humildad, y enfrentó este, el reto final, de la misma manera”.
Su compañero y amigo Aldrin publicó en sus redes este mensaje, junto con una foto del trío pionero en la exploración lunar: “Querido Mike, dondequiera que estés, siempre tendrás el fuego para llevarnos hábilmente a nuevas alturas y al futuro. Te extrañaremos. Que descanses en paz”.
Collins nació en Roma, Italia, el 31 de octubre de 1930. Su padre era attaché de la Embajada de Estados Unidos en el entonces Reino de Italia. Actualmente, en la calle 16 de la Vía Tevere, vecindario Pinciana, está una placa de mármol que marca su lugar de nacimiento.
Posteriormente, Collins se convirtió en piloto de pruebas y mayor general de la reserva de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Graduado en West Point en 1952, pilotó cazas de combate F-86 Sabre en la base aérea de Chambley Bussiéres, en Francia.
Tras formarse en la Escuela de Pilotos de Investigación Aeroespacial, voló dos veces al espacio: en la misión Gemini 10 (1966), cuando realizó paseos espaciales, y en Apolo 11 (1969), donde condujo el módulo de mando Columbia hacia la Luna.
“La exploración no es una opción, en realidad es un imperativo (…) Lo que valdría la pena registrar es qué tipo de civilización creamos los terrícolas y si nos aventuramos o no en otras partes de la galaxia”.
En el espacio completó 266 horas, de las que una hora y 27 minutos fueron de caminatas espaciales.
“Lamentamos el fallecimiento del astronauta del Apolo XI, Michael Collins, que pilotó el primer viaje de la humanidad hacia la superficie de otro mundo”, escribió la NASA. “Un defensor de la exploración, Collins inspiró a generaciones y su legado nos impulsa más hacia el cosmos”.
Tras su retiro de la NASA en 1970, trabajó en el Departamento de Estado y fue director del Museo Nacional del Aire y el Espacio, siendo elemento clave de la construcción del nuevo edificio en Washington. Junto con Armstrong y Aldrin, recibió la Medalla Presidencial de la Libertad en 1969 y la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos en 2011.
Collins escribió varios libros, entre ellos Carrying the Fire y Flying to the Moon and Other Strange Places. Recientemente fue consultor aeroespacial.