El investigador y escritor Julio B. Mutti, experto en espionaje nazi en la Argentina, dio a conocer a través de su libro “Nazis en las sombras” que en la provincia de Santa Fe, en una estancia ubicada en el Depto. San Cristóbal, funcionó una estación clandestina de telegrafía nazi.
La estancia se encuentra en la localidad de Las Avispas, se llama El Simbol y era propiedad de un colono alemán llamado Karl Junker, que no pertenecía al partido nazi, ni era un espía. Este hombre tenía contactos previos a la segunda guerra con empresarios vinculados a los Nazis en la Argentina y por problemas económicos prestó su estancia para montar esta estación clandestina.
Según Julio B. Mutti, los nazis argentinos le entregaron 30 mil pesos (cifra muy importante para aquel momento) y le pidieron a cambio una casita de huéspedes para realizar estas actividades de espionaje clandestino.
Lo extraordinario de esta estancia para los historiadores y para la memoria histórica es que permanece intacta. Es decir que conserva las modificaciones que le hicieron los nazis para montar la estación.
En agosto de 1944, las presiones externas sobre nuestro país, que aún era neutral en la segunda guerra (con claras simpatías nazis), el servicio de contraespionaje argentino se puso a trabajar en serio y desbarató las estaciones clandestinas. Karl Junker, su ama de llaves y un vecino fueron detenidos. Junker tuvo preso mucho tiempo por espionaje que es un delito federal, muy serio.
Claramente, los nazis habían elegido esta estancia porque era un lugar en el medio de la nada y aprovecharon la desesperación económica de su dueño.