La variante Delta del coronavirus está complicando la situación de la pandemia en Francia, donde las restricciones están llegando a su fin, pero preocupa la llegada de una cuarta ola debido al avance de esta nueva cepa, que representa alrededor del 20% de los casos de Covid-19 en el país galo.
Este miércoles, el Gobierno de Emmanuel Macron anunció el retraso del levantamiento de las restricciones en el suroeste del país, decisión que el Ejecutivo tomó siguiendo el consejo de Jean-François Delfraissy, el principal asesor científico del Gobierno francés, que asegura que el país podría encaminarse hacia una cuarta ola del virus.
A su vez, la comunidad científica advierte sobre la variante Delta, ya que tiene una gran tasa de contagio, algo que está haciendo que se propague rápidamente por todo el globo; razón por la que muchos países han decidido reactivar las restricciones de viaje.
Este martes, el ministro de Salud francés, Olivier Véran, señaló que, actualmente, la variante Delta representa alrededor del 20 % de los casos de Covid-19 en Francia. El político sostuvo que a pesar de su presencia en tierras francesas, la incidencia de contagios sigue a la baja, pero remarcó que no se debe bajar la guardia e insistió en la importancia de la vacunación.
El portavoz del Gobierno francés, Gabriel Attal, fue quien anunció el retraso del fin de las medidas al 6 de julio en región de las Landas y aprovechó para fomentar la vacunación como la forma más efectiva de frenar el virus.
"Tenemos todas las cartas en la mano para evitar una cuarta oleada de la epidemia", sostuvo Attal, haciendo alusión a que el virus podría retroceder si cada vez más gente se aplica el inoculante.
A pesar de la disminución de contagios y la reducción de presión hospitalaria en toda la nación, Francia ya acumula más de 111.000 muertes por el virus, en la novena posición de países con más decesos por Covid-19 del mundo.