Una niña de 7 años, cuyo cuerpo fue hallado entre los escombros del edificio que se derrumbó en la localidad de Surfside, cerca de Miami, el 24 de junio pasado, fue identificada como Stella Cattarossi, hija de una argentina que vivía desde hacía varias décadas en Estados Unidos.
Stella era hija de Graciela Cattarossi y de un bombero de Miami que en el momento del hallazgo se hallaba en la “zona cero” apoyando los trabajos de rescate, aunque no estaba excavando.
Ambas vivían en el departamento 501, en Champlain Towers South junto a los padres de la mujer, Graciela y Gino Cattarossi, de nacionalidad uruguaya, según el diario El País.
En el momento del accidente también compartía el departamento la tía de Stella, Andrea Cattarossi, que estaba de visita en Miami, vivía en la Argentina, y tenía tres hijos.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, el jefe de los bomberos de Miami, Joseph Zahralban, y el capitán Ignatius Carroll, vocero del departamento, dijeron que el equipo de la Fuerza Especial de Florida 2 Miami encontró su cuerpo el jueves por la noche y que su padre es un veterano de 10 años del departamento.
El padre de la niña, que estaba con su hermano en el lugar, cubrió el cuerpo con su chaqueta, colocó una pequeña bandera estadounidense sobre ella y la sacó del área.
El equipo de la Fuerza de Tarea 2 de Florida lo escoltó y un grupo de policías y bomberos se alinearon en la calzada, consignó el medio "Local 10" de Miami.
La madre de Stella Cattarossi vivía desde hacía varias décadas en Estados Unidos.
La niña se encontraba entre las 22 víctimas mortales halladas luego del derrumbe, mientras 126 personas permanecían "en paradero desconocido", según la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava.
Había otras dos niñas entre los muertos: las hermanas Guara, Emma, de 4 años, y Lucía, de 11; mientras que sus padres, Anaely Rodríguez, de 42 años, y Marcus Joseph Guara, de 52, también murieron.
Los equipos de rescate, que trabajan en turnos de 12 horas, continuarán la búsqueda de personas bajo los escombros, siempre que se cumplan ciertas condiciones de seguridad para sus vidas.
El asistente del jefe de bomberos de Miami-Dade, Raide Jadallah, confirmó que los equipos de búsqueda y rescate no han vuelto a escuchar una voz o sonidos humanos entre los escombros desde la mañana del colapso el 24 de junio.