Durante los últimos días, una ola de protestas en Cuba llamaron la atención del mundo y pusieron el foco en la isla caribeña. Todo comenzó durante el fin de semana en la ciudad San Antonio de los Baños y se extendió por 20 ciudades del pequeño país.
El régimen cubano tiene un mecanismo que hasta hace unos días era muy efectivo para frenar las protestas antes que ocurran. Hacía más de 25 años que no se registraban protestas importantes en la isla. El último antecedente fue El Maleconazo de 1994 que fue desbaratado por el propio Fidel Castro. Aquella protesta había tenido lugar en tiempos muy duros para el régimen tras la caída de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (principal sostén del sistema cubano).
Para la organización de los autoconvocados en este 2021, fueron claves las comunicaciones por internet y celulares. Por este motivo, este lunes, el régimen cortó internet para intentar frenar las comunicaciones.
Para evitar este tipo de situaciones, todos los barrios de la isla tienen un comisario político que está atento para delatar una posible rebelión. Por eso llama la atención que estas protestas en 20 ciudades hayan podido sortear este campo minado.
“Cuando una protesta se produce en este tipo de regímenes algo importante está sucediendo”, subrayó Claudio Fantini, analista internacional de LT10.
Los acercamientos de Obama y Raúl Castro habían generado algunas aperturas en la economía cubana que habían permitido un florecer de un cuentapropismo bastante próspero. Hubo personas que convirtieron su casa en una pequeña posada o un restaurant. Cuando llegó Trump se apretó el torniquete y esa pequeña burguesía se vio perjudicada. Esto agravó la situación social de gente que había dejado puestos en el Estado para apostar a esta actividad privada. A esta situación, se le suma el duro impacto económico que le genera a la isla la pandemia porque el turismo es su principal fuente de ingreso.
“A esta durísima situación económica se suman las nuevas generaciones que se le animan decirle en la cara al régimen que ya está cansada de los adoctrinamientos y consignas. Por ejemplo, hay un movimiento muy fuerte de raperos que cuestionan duramente al régimen. Se da una situación inversa a lo que fue la nueva trova cubana que era casi todos propagandistas”, manifestó Claudio Fantini.
Los raperos se animaron a revertir el lema de Patria o muerte y están imponiendo el nuevo lema “Patria y vida". Un malestar muy profundo que responde a un coctel de situaciones económicas/sociales/políticas/culturales están generando este cimbronazo en Cuba.