Lo llaman Mr.335, en honor a la guitarra Gibson de la que no se puede separar. En sus más de 40 años como músico profesional, Larry Carlton tocó con una amplia gama de figuras del jazz, el pop, el rock y el blues como Quincy Jones, Barbara Streisand, John Lennon, Joni Mitchell, Billy Joel, B.B. King, Bobby "Blue" Bland y hasta con uno de los emblemas de nuestro rock nacional. Carlton además edificó una notable carrera solista, editó unos 30 discos -entre álbumes en vivo y de estudio-, fue nominado 19 veces a los premios Grammy, de los cuales ganó cuatro, uno por el tema que interpretó para la popular serie de tevé, Hill Street Blues, en 1981.
Carlton nació en Torrance, California, el 2 de marzo de 1948. Aprendió a tocar la guitarra desde muy pequeño y sus primeras influencias fueron grandes maestros del jazz como Joe Pass, Wes Montgomery y John Coltrane, así como también el Rey del Blues, B.B. King. Tras graduarse en el Long Beach State College, al sur de Los Ángeles, en 1968, Carlton se sumó a The 5th Dimension, una banda pop soul muy popular entre los hippies que enarbolaban las banderas de paz y amor. Ese mismo año, editó su primer LP solista, With a Little Help from My Friends, un álbum de covers para un pequeño sello independiente. En 1971, se sumó a The Crusaders, un grupo que fusionaba jazz, soul y R&B. Tras dejar esa agrupación, en 1976 contribuyó con su fino toque en el álbum The Royal Scam, de Steely Dan. Unos años antes, en 1973, grabó junto a Joni Mitchell en el disco Court and Spark.
En 1978, Carlton firmó contrato con Warner Bros. El primer disco que grabó para el poderoso sello se llamó Larry Carlton a secas. Con esa compañía editó otros cuatros álbumes. Con Friends, de 1983, fue nominado a otro Grammy. En 1986, arregló con MCA Records y una vez más volvió a recibir ese premio a la mejor interpretación instrumental pop por el single Minute by minute, del disco Discovery. Al año siguiente fue nominado para otro Grammy por el álbum Last Nite.
En el mejor momento de su carrera la Argentina se cruzó en su camino. Primero fue a través de Charly García. Ese encuentro no fue en nuestro país sino en Nueva York. Charly fue a grabar su disco Clics Modernos a los estudios Electric Lady y Carlton tocó en tres canciones: No soy un extraño, Los dinosaurios y Plateado sobre plateado. En una entrevista que Charly le concedió al periodista Alfredo Rosso dio detalles sobre esa sesión: "La única persona en el long-play que toca lo que le parece, más o menos, es Larry Carlton. Le pedí información, le dije: ¿Por qué siempre me gustaron más los discos de Steely Dan y los de Joni Mitchell donde vos tocas que tus discos y los de los Crusaders. Y él me dijo: 'porque los solos de Joni Mitchell y Steely Dan los componen Steely Dan y Joni Mitchell. Les doy cinco o seis tracks de la misma canción y ellos ponen el primer compás de un solo... ¿Entendés?' Es lo que hice yo también, en Los Dinosaurios, por ejemplo. Hay veces en que hay una guitarra, hay veces en que hay tres (...) Larry Carlton es un tipo súper fenómeno".
Tres años más tarde, en agosto de 1986, un Carlton que por entonces lucía pelo largo dio una serie de recitales en Shams, un pequeño bar que estaba sobre la Avenida Federico Lacroze, en Belgrano. Luis Alberto Spinetta, entre otros, fue testigo privilegiado de aquellos shows en los que el guitarrista estuvo acompañado por Alex Acuña en percusión, Rick Marotta en batería, Terry Trotter en teclados y John Peña en bajo. El periodista Carlos Polimeni escribió para el diario Clarín: "Lo que deslumbra de Carlton no es su falta absoluta de recursos previsibles o la justeza de su equipamiento en gira. Es más bien el gusto monumental para acomodarse sobre las melodías y volar en sentimiento más rápido que los dedos y ese background cultural tan típico de músicos del sur de los Estados Unidos".
En 1989, Carlton estuvo cerca de la muerte. Fue baleado en el cuello por dos pandilleros a la salida de Room 335, su estudio de Hollywood, mientras grababa el álbum On solid ground. La herida le afectó las cuerdas vocales pero con el tiempo pudo recuperarse. Durante la década del 90 grabó más discos, trabajó junto a Lee Ritenour y luego lo reemplazó en la banda de smooth jazz Fourplay. En los últimos años, siguió muy activo lanzando discos, realizando giras por el mundo y uniendo talento con guitarristas de la talla de Steve Lukather y Robben Ford, con este último editó los álbumes Unplugged y Live in Tokyo.
Su vida personal se resume en su matrimonio con la artista Michele Pillar, con quien tuvo dos hijos y se separó en 2013. Travis Carlton siguió los pasos musicales de su padre, aunque en vez de la guitarra optó por el bajo. En 2012 y 2015, vino a la Argentina acompañando al guitarrista Scott Henderson.
Y el gran guitarrista tuvo un baile más con la Argentina. Hace un lustro, en 2016, y 30 años después de su primera presentación, dio un concierto magnífico en el Teatro Coliseo acompañado por una banda bien rioplatense: el uruguayo Daniel Maza en bajo y los créditos locales Gustavo Silva en piano y Jota Morelli en batería. Según la crónica de Ricardo Salton para Ámbito Financiero, "Carlton hizo gala de su virtuosismo que no es acrobático, de su manejo del silencio, de la sutileza para 'cantar' las melodías, de sus solos que lo mueven con comodidad entre el jazz y el rock".