Por primera vez, la lotería nacional de México entrega propiedades, cuyas ganancias se destinan a los atletas olímpicos de México, mediante sus tradicionales sorteos y en esta ocasión lo hará con una casa utilizada por el ex capo de la droga Joaquín "El Chapo" Guzmán de la que huyó en 2014 cuando fue rodeado por los marines de ese país.
El presidente Andrés Manuel López Obrador habló del sorteo por parte de la lotería de propiedades incautadas, que también incluyen una casa expansiva en uno de los barrios más elegantes de la Ciudad de México y un palco privado en el famoso Estadio Azteca, entre las que atrajeron más atención.
Con alrededor de 2.800 pies cuadrados, de dos dormitorios y ubicada, quizás apropiadamente, en un vecindario llamado Libertad, o "Freedom", el gobierno tasó la "Casa en Culiacán" en 183,000 dólares (132,527 euros).
El sitio web del Instituto de Devolución de Bienes Robados al Pueblo no menciona la historia del inmueble, que las autoridades intentaron subastar el año pasado a partir de una base de alrededor de 130,000 dólares (94,143 euros) pero no hubo compradores.
A la modesta edificación se le hicieron modificaciones, como quitarle las cámaras de vigilancia que cubrían todos los ángulos del exterior.
El INDEP le dio, antes de cederla al ente oficial, una nueva capa de pintura blanca y colocó azulejos en el lugar del baño donde había estado la bañera, así como sobre un agujero que estaba debajo por el que se deslizaba el narcotraficante para llegar a una red de túneles.
Los funcionarios del INDEP, que se negaron a ser identificados porque no estaban autorizados a hablar, dijeron que les sorprendió que la casa estuviera recibiendo atención.
Tiene un vecino a un lado y del otro hay una alcantarilla pluvial subterránea, que es adonde se conecta el túnel del baño para hacer posible la fuga de Guzmán. Al otro lado de la calle hay una escuela.
Duró poco la libertad
La libertad de Guzmán en 2014 solo duró unos días más, hasta que los marines descendieron nuevamente, esta vez en un condominio en la costa de Mazatlán, una ciudad turística mexicana en el estado de Sinaloa.
Hasta ese momento, tenía fama de escaparse audazmente, después de haberse fugado de una de las cárceles de máxima seguridad de México en 2001.
En julio de 2015, se deslizó por un túnel excavado hasta el desagüe de la ducha de su celda y condujo una motocicleta por las vías tendidas a través de la red subterránea para escapar de otra prisión de máxima seguridad.
Los marines lo capturaron nuevamente seis meses después en Sinaloa y más tarde fue extraditado a Estados Unidos, donde fue sentenciado a cadena perpetua en 2019.