Desde el lunes 13 de septiembre vecinos de unas 15 manzana a la redonda de la planta potabilizadora de Aguas Santafesinas comenzaron a percibir problemas en el agua potable: tenía un color turbio, gusto metálico y hasta era pegajosa.
Los estudios arrojaron que el agua no era apta para el consumo ya que contenía altos niveles de aluminio. Desde ASSA indicaron que todo fue ocasionado por la filtración de este químico, que se utiliza en la potabilización del agua, y aseguraron que el problema ya fue solucionado.
Sin embargo, los vecinos denunciaron ante la Defensoría del Pueblo y el municipio esta situación, y solicitaron gestiones para que no vuelva a ocurrir un hecho similar.
Franco Ponce de León, director de Derechos y Vinculación Ciudadana del municipio, en diálogo con LT10 sostuvo que debido a que las muestras tomadas y analizadas por el ENRESS confirmaron que el agua no era apta para consumo humano pidieron información a ASSA sobre lo sucedido, las acciones que están llevando adelante para que no se repita y que medidas tomarán para resarcir a los vecinos por el daño ocasionado.
El funcionario no minimizó la importancia de un esquema resarcitorio en este sentido, y argumentó: "Dentro de los derechos del usuario, que están en la propia página del ENRESS, informa que ante cualquier tipo de inconveniente la empresa, en este caso ASSA, debe llevar adelante las inspecciones gratuitas de las instalaciones sanitarias".
En tanto, aclaró que además de la nota convinieron en generar los encuentros necesarios para pedir que se concreten medidas en relación a los usuarios danmificados.