Colón cerró la sede Santa Fe, que se desarrolló en el Roque Otrino, con un gran triunfo frente a Independiente de Santiago del Estero, a quien le ganó por 82-75. Patricio Aranda fue el destacado del equipo de Ricardo De Cecco, con 19 puntos.
El primer cuarto estuvo marcado por la inmensa eficacia de Independiente (7/11 en triples), con Sandrini desde la conducción y el goleo también (8), pero con Ingratta picante (3/3). Colón no podía contener a un rival que lo hería, pero se las arregló con el buen ingreso de Gutiérrez (4) y una ráfaga de Ríos (8) para quedar 25-20 abajo.
Ya en el segundo peldaño, en el sistema de rotaciones de ambos entrenadores, Rolfi manejó los hilos en Independiente, a pesar de que la efectividad tras el arco fue decreciendo. Colón tuvo esos baches que le impidieron ponerse en partido. Sobre el final, nuevamente Sandrini se hizo cargo para sellar el primer tiempo con derrota por 40 a 39.
El tercero marcó el quiebre a favor de Colón. Por intensidad atrás, por prestarse la pelota donde todos tuvieron sus momentos, especialmente Ríos, Marín y Aranda. Al Diablo ya le costaba encontrar tiros cómodos, Ingratta era bien neutralizado y dependió en exceso de Rolfi, un joven que dará que hablar esta temporada.
Sobre ese camino giró el último cuarto con un Sabalero que lo tenía casi definido (80-65). Pero el nerviosismo y la ansiedad de cerrarlo lo empujó a perder balones, tirar mal, cometer infracciones. Por eso hubo que esperar hasta los últimos segundos para festejar. El equipo crece, sigue en construcción con un Adn que va forjando pero sabiendo que le dará pelea a todos y que desea en su segunda campaña probarse la pilcha de protagonista.