El aire del Malvicino tiene ese no sé qué... en el parquet de juego, en los pasillos, en su vivos colores rojo y blanco, en sus tribunas y en ese aliento de la gente que se transforma en la más fuerte inyección anímica que puede existir. Fue el escenario ideal de la recuperación, de la primera victoria en la Liga Nacional para Unión, en un estadio que se vistió de fiesta para recibir al equipo de la ciudad y celebrar un triunfazo sobre Olímpico. Fue también una revancha, porque el Tatengue venía de caer en tierras bandeñas ante el mismo rival de hoy, y por eso la chance de desquite era inmejorable. Ganó con contundencia, un sólido 97-74 que sintetiza la grandísima ambición de un equipo con hambre de victorias.
Los de Juanfra Ponce habían arrancado la temporada con doblete de derrotas en Santiago del Estero, primero ante Quimsa y luego en el mencionado duelo del pasado viernes ante Olímpico. Ahora se devolvían gentilezas, pero Unión experimenta algo mágico cada vez que se presenta en su casa y hoy volvió a demostrarlo. Ya se veía cuando estaba en Liga Argentina, y ahora ese aire que lo potencia parece tener una continuidad en esta aventura del club dentro de la máxima categoría.
¿Qué diferencia hay entre este Unión y el que jugó los anteriores primeros dos partidos de la Liga? La gente puede ser una gran respuesta. Ese apoyo que bajó desde la tribuna fue tremendo, fue un jugador más dentro de la cancha y Unión se benefició de ese factor. Ya se había visto una pequeña cuota de ello en el Súper 20, en la segunda etapa que se jugó en el Malvicino, porque si bien el equipo perdió 3 de los 4 que jugó, su nivel fue en considerable ascenso y varios encuentros se le escaparon por mínimas diferencias. Lo único claro es que el equipo se siente cómodo ante su público y da un plus clave.
¡Y quién mejor que Jaime para lucirse esta noche! Andrés se paseó solito por el campo de juego y dio un show, ante su gente y en su casa. Ya es casi una costumbre pero hoy no fue la excepción y volvió a brillar: 11 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias en casi 20 minutos de juego. Consiguió 22 de valoración, jugando un nivel más arriba que el resto. Destacados también para Jordi Godoy (12 tantos y 6 rebotes), los extranjeros Morgan (15 y 5) y Cylla (15 y 4), y el trabajo del cubano Bombino (10 y 3).
Inobjetable triunfo de Unión, jugando un partido que rozó la perfección ante un grandísimo rival como Olímpico (lo mejor pasó por Arese, con 15 puntos y 6 rebotes, y Luciano Cáceres con 15 unidades más 5 asistencias). El Tate demostró que puede jugar a una intensidad altísima, tan asfixiante como envidiable, con mucha seguridad para trasladar el balón y conducir su juego, y sin darle segundas oportunidades a su contrincante de hoy (ganó la lucha rebotera 41 a 31). Ahora, buscará que esto no sea algo aislado e irá por más, mucho más, y el apoyo de su afición alimenta todo ese valioso potencial que tiene.