Entre las 8 y las 9 de la mañana un equipo encabezado por la fiscal de delitos flagrantes Rosana Peresín allanaron las dependencia del Hospital José María Cullen en busca de información en torno a los sobornos solicitados a los camilleros por parte de sus jefes.
Esta semana el propio director del nosocomio, Juan Pablo Poletti realizó la denuncia pertinente por las sospechas de extrosión de parte de los jefes de camillería.
El allanamiento, o auditoría, consistió en una importante recorrida e investigación, no sólo en el área de camillería sino que también en muchas otras áreas del Cullen.
Desde el móvil de LT10, Luis Amsler aseguró que el propio Poletti decidió no hacer ningún tipo de declaración para no obstaculizar la investigación en curso.
Días atrás el director del hospital declaró por LT10 que "el abuso era sobre aquellos monotributistas que fueron contratados como refuerzo durante la pandemia. Es decir, personas que no estaban en planta permanente. Los sospechados utilizaban la potestad de certificar los servicios prestados para que nosotros supiéramos que venían a trabajar, había que hacer una certificación de servicio y renovar el nombre al mes siguiente para seguir trabajando".
En ese contexto se daba "una extorsión donde aparentemente tomaban esa potestad para cobrar cierta parte del sueldo para renovarles la confianza de seguir trabajando en el servicio".