Novedades muy importantes llegan desde Nueva Zelanda. Porque Pablo Matera no recibió sanción y quedó habilitado para jugar la final del Super Rugby Pacific frente a Blues.
El tercera línea de Crusaders se había presentado a declarar ante el Comité de Juego Sucio de Sanzaar y tras revisar su expulsión por doble amarilla, se llegó a la conclusión de que no merecía una suspensión.
Cabe destacar, que Matera había recibido una tarjeta roja en el partido de semifinal con Chiefs por un tackle peligroso a Bryn Gatland (anteriormente había sido amonestado) y sumado a la amarilla por esa acción, el Puma fue expulsado.
Y a partir de ese momento se empezó a seguir de cerca lo que podría pasar con él de cara a la final con Blues. Muchos expertos, entre ellos Michael Cheika, coincidieron que la acción no ameritaba una sanción adicional.
Finalmente llegó el día del veredicto y Matera no fue suspendido y podrá estar en el Eden Park de Auckland para la final.