El 19 de septiembre de 2019, alrededor de las 20:30, Maxi Olmos (24) se trasladaba en su moto por la avenida Facundo Zuviría de norte a sur, cuando giró a la izquierda y tomó calle Domingo Silva hacia el este. En un momento aceleró su marcha porque advirtió que dos hombres estaban persiguiéndolo en otra moto. Eran Cristian Horacio "Pastelito" Martínez y Jesús Ignacio "Gringo" Noriega. Este último conducía y el primero iba de acompañante.
Desde su posición, Martínez le disparó a Maxi con una pistola calibre 9 milímetros. A metros de la intersección de Domingo Silva y el pasaje Pasteur, Maxi giró en “U” sobre calle Domingo Silva e ingresó al pasaje. En ese lugar, “Pastelito” le volvió a disparar en reiteradas oportunidades, y uno de esos disparos rozó su tobillo. Al llegar a la intersección de Pasaje Pasteur y Pasaje Larramendi, el joven tuvo la intención de tomar por Pasaje Larramendi hacia el este, pero debió frenar para evitar chocar frontalmente con un auto y fue alcanzado por los dos hombres.
Martínez volvió a dispararle y lo hizo caer. No conforme con eso, se bajó del birrodado y le dio cuatro balazos más, pese a que Maxi ya estaba en el suelo y absolutamente indefenso. Tras ello, el delincuente se subió a la moto de la víctima y se la llevó, dejándolo agonizante en el lugar.
Hasta aquí, el relato del homicidio de Maxi Olmos. Ese que hizo la Fiscalía en la audiencia imputativa y que debió volver a escuchar su madre, Azucena Ponce de León, durante la semana que duró el juicio contra ambos delincuentes. “Fue muy duro”, admitió la mujer ante la prensa, y confió: “Mi hijo me mandaba fuerzas para seguir”.
Este miércoles, los asesinos de Maxi recibieron la pena de prisión perpetua. “Como dijo Inés (Masino, mamá de Julio Cabal), la perpetua es para nosotras, porque el dolor lo vamos a llevar siempre”, expresó, conmovida. “Pero se hizo justicia”, agregó, aliviada.
Cabe recordar que Julio Cabal y Maxi Olmos fueron asesinados en sendos asaltos con solo dos días de diferencia.
“Ahora confío en la Justicia”, dijo Azucena, aunque también reconoció que durante el proceso tuvo mucho miedo de que los imputados fueran absueltos. Pero eso no sucedió. “Con esto vuelvo a creer en la Justicia”, insistió.