Este miércoles por la noche se realizó en la sede de Unión una nueva reunión entre las agrupaciones y la dirigencia, encabezada por el presidente Luis Spahn, para charlar sobre diferentes temas de la actualidad. La relación en un momento fue muy tensa, pero ante la complicada situación hubo acercamientos y un mejor semblante, más allá de las diferencias de posturas políticas.
El tema central estuvo en lo estrictamente deportivo con un pedido enfático de la oposición: tratar de evitar la venta masiva de jugadores para no desarmar el plantel. Algo que también pidió el entrenador Sebastián Méndez para apostar a lo deportivo, porque sino "sería un error".
Ya se fueron Lucas Esquivel y Santiago Mele, y también llegaría una nueva oferta por Federico Vera, ya que la primera fue rechazada, por lo que es probable que salga alguien más. En el fútbol actual nadie es intransferible y si el club recibe una suculenta propuesta seguramente se analizará. Lo bueno del caso es que no hay jugadores con cláusulas de rescisión, por lo que se puede pensar en tocar lo mejor posible la estructura.
Si no hay nada concreto, hay consenso para mantener lo que está y potenciarlo con los jugadores que pretende el técnico. Serían al menos dos por línea. En la charla la preocupación también está en las inhibiciones, que Unión busca levantar con diferentes ingresos. Se abren chances con el dinero de Conmebol por las luces y lo de Esquivel.
Todo rondó en lo deportivo, pero desde las agrupaciones se volvió a deslizar también reformar el estatuto en algunos puntos. El saldo fue positivo, ya que todo estuvo en términos acordes y quedaron en volver a reunirse en algunas semanas, donde se tocará lo de la Asamblea. Habrá que ver cuál es el saldo definitivo de cara al futuro.