La Organización Mundial de la Salud (OMS) investiga los efectos del aspartamo, uno de los edulcorantes más utilizados en el mundo en bebidas, yogures, mermeladas y hasta chicles, dado su posible riesgo de que los consumidores de este endulzante desarrollen cáncer.
Cabe destacar que el aspartamo es un edulcorante intenso, de bajo contenido en calorías que se comercializa en general como un polvo blanco e inodoro, además de que resulta muchísimo más potente que el azúcar. De hecho, se estima que resulta aproximadamente 200 veces más dulce.
Expertos de la Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA) sostienen que "el aspartamo ha sido objeto de una investigación exhaustiva durante más de 30 años, incluidos los estudios con animales de experimentación, la investigación clínica, los estudios sobre su ingesta y epidemiológicos así como la vigilancia posterior a la comercialización". En tal dirección, este organismo señala que "se ha comprobado que este endulzante es seguro y está autorizado para el consumo humano desde hace muchos años y en muchos países después de evaluaciones exhaustivas de la seguridad".
No obstante, desde 1981, el comité de expertos en aditivos de la OMS ha afirmado que el consumo de aspartamo es seguro dentro de los límites diarios aceptables. Sin ir más lejos, el organismo sanitario mundial ha declarado que la ingesta diaria admisible (IDA) para el aspartamo en 40 miligramos por kilogramo de peso corporal.
Por esta razón y en relación a las dudas respecto de sus efectos nocivos en la salud humana, se prevé que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y el Comité de Expertos de la Organización Conjunta sobre Aditivos Alimentarios (JECFA) hagan su declaración formal al respecto el próximo 14 de julio.