Convocado por el precandidato a senador por el departamento La Capital Paco Garibaldi, el actor Gastón Pauls brindó este lunes en Festram una charla titulada “Hablemos de drogas sin miedo”.
Tras el evento, el artista —exadicto a la cocaína— dialogó con la prensa. En primer lugar, lamentó lo fácil que es actualmente hacerse de sustancias ilícitas. “Yo en el año 88, 89, 90, para consumir la sustancia que yo consumía me tenía que cruzar la Capital Federal, meterme en lugares imposibles. No se sabía cómo conseguir. Hoy hacés un click y hay chats para conseguir todo tipo de drogas. Es mucho más fácil, está mucho más presente y hay drogas nuevas”, dijo.
En ese sentido, contó que lo nuevo es el fentanilo, que está de moda en Estados Unidos y también entrando a la Argentina. “Ves imágenes de zombies. Son zombies. Están quietos en la calle. Y es lo que viene. Para no llegar a eso tenemos que empezar a laburar ahora”, advirtió.
Sobre la responsabilidad del Estado en la temática, postuló: “Yo tengo la convicción de que el Estado a esta altura somos todos y todas los que queremos un estado anímico, espiritual, intelectual, físico, mejor. No estoy hablando solo del Estado político, sino del estado de país que queremos. Yo quiero que estén bien los pibes. No quiero que estén quemados. No quiero ver un pibe de seis años, como vi, fumando paco. Quiero verlo jugando al fútbol, a la muñeca o a lo que quiera jugar. Ese Estado lo construimos diariamente. Si yo ahora me voy y mientras estoy yendo a Buenos Aires ‘me clavo un pase’ estoy generando un mal estado en mí. Ese es el estado que no quiero en mí y que tampoco quiero para el resto. Ese Estado se va construyendo diariamente con responsabilidad, con compromiso y con dejar de tirar la pelota creyendo que toda la responsabilidad de un país queda en cuatro o cinco personas. Es nuestro, lo construimos diariamente”.
Sobre las señales de alarma que pueden vincularse a un presunto consumo, Pauls recomendó a los padres estar “de verdad comunicados con sus hijos” para poderlas identificar, e hizo especial hincapié en dos: los cambios de ánimo repentinos (“de pronto está con fervor y energía y a los 10 minutos está con bronca, que le pega a la pared, que después se deprime, que se encierra en la habitación”); y los ojos. “Como diría Cerati, ‘tus ojos nunca mentirán’. Si nosotros miramos bien a nuestros hijos a los ojos, los ojos rojos y chinos, es porro. Si tenés la pupila dilatada, algo estás tomando. Pero para eso tenemos que estar conectados como padres mirando de verdad a los hijos a los ojos”, concluyó.