Por ahora le sigue siendo esquivo el triunfo a Cristian González desde que es técnico de Unión. Hasta ahora lleva tres igualdades y una caída, pese a que quizás mereció más en algunos encuentros. Pero el fútbol se rige por resultados y la realidad está a la vista.
Hay varios detalles que afloran. Por un lado, el equipo se volvió sólido y un fuerte dolor de cabeza para los rivales. Le crean pocas situaciones y eso permite ganar confianza. Sin embargo, es todo lo contrario en ataque, donde genera, pero no concreta.
El Tate se quedó sin gol en un momento crucial de campeonato, que está llegando a su final. Si bien es cierto que lo único que estaba en juego en esta Liga Profesional era el título (fue para River), los puntos que restan son cruciales pensando en la lucha por la permanencia.
Unión tocó su mejor función en la goleada ante Independiente, pero a partir de ahí se mojó la pólvora al momento de pretender la mecha en ataque. Ni si quiera el alto nivel de Imanol Machuca –suspendido por cinco amarillas y no estuvo ante el Calamar– alcanza por ahora para torcer esta meseta. Algo que deberá mejorarse cuanto antes para aspirar a mejores dividendos en los partidos que quedan.