La cantante irlandesa Sinead O'Connor murió hoy a los 56 años en el Reino Unido, según informaron medios de ese país.
El año pasado, su nombre había vuelto a los medios tras el suicidio de su hijo Shane de tan solo 17 años.
A los pocos días del trágico hecho, la cantante había sido internada porque sus allegados temían que intentara, una vez más, quitarse la vida.
O’Connor había publicado una foto de Shane y escribió: "Desde entonces, vivo como una criatura nocturna no muerta. Fue el amor de mi vida, la lámpara de mi alma".
Una vida llena de tormento, soledad y reclusión
En 2020, O’Connor, quien ya había cambiado su nombre a Shuhada Davitt, se pronunció sobre las batallas que daba diariamente y cómo su cotidianidad estaba signada por los traumas. “Había mucha porquería en mi vida que me hizo perder la cabeza, y en medio de todo ello sufrí una histerectomía radical [con extirpación de útero, ovarios, cuello uterino, trompas de Falopio y tejido] que habría vuelto loco a cualquiera”, relató, y agregó que navegó por períodos de extrema “desesperación”.
“Fue terrible. No disfruto sufriendo y no soy una de esas artistas que sienten que no pueden ser creativas a menos que sufran. De hecho, soy lo opuesto a eso, gracias a Dios. Pero lo bueno de la enfermedad mental es que puedes sanar”, manifestaba. Entre esas luchas que debía dar, la intérprete mencionó la agorafobia y a fobia social, lo que por mucho tiempo la alejó no solo de los escenarios sino también del contacto con sus seres queridos. “Tengo miedo a los espacios abiertos y no salgo mucho ¿Tengo muchos amigos? No, la verdad es que no”, se sinceraba, aunque aclarando que siempre fue “solitaria por naturaleza”.
La artista aseguraba que le costaba confiar en la gente. “Para mí sería raro conectar con alguien que quiere ser amigo mío solo porque sí, ya que Normalmente buscan un trabajo o algo más, y eso me he vuelto desconfiada con la gente. Me he convertido en una cínica, así que no soy buena haciendo amigos”, reveló.