En la era digital en la que vivimos, contar con una red estable de WiFi en el hogar resulta imprescindible tanto para trabajar, realizar pagos o hasta entretenerse.
Sin embargo, a menudo la conexión a Internet sufre intermitencias; desde la ubicación del router hasta la falta de actualización de los servicios, existen varios motivos por los que puede fallar el emparejamiento con la red. A continuación, algunos consejos para evitar que esto ocurra.
¿Cómo tener mejor Internet en la casa?
Los alrededores del router pueden ser determinantes para una conectividad eficiente. Según revelan los expertos, es recomendable ubicar la pieza de hardware en una zona despejada y sin obstrucciones.
En tanto, no se deben colocar objetos encima del dispositivo y hay que asegurarse de que no esté ni muy cerca de los muros ni en un lugar cerrado, ya que puede interferir en la propagación de la señal.
Además, reiniciar el router de vez en cuando puede ayudar si se presentan fallas constantes con el WiFi; una vez al mes, por lo menos.
Por otro lado, es importante tener todo actualizado; el router en este caso es una pieza clave. Si bien algunos modelos se actualizan solos, hay que chequear que se tenga el firmware con la última versión y hay que conocer cuál es la IP del direccionador para ajustar su configuración en caso de que sea necesario.
La actualización también es necesaria para las aplicaciones o servicios de streaming que se consuman y que requieran de una conexión a Internet. Hace falta descargar la versión más reciente para optimizar todas las funciones.
Finalmente, los cortes en la conexión también pueden deberse al uso de una banda incorrecta. Normalmente se suelen usar tanto la de los 2,4 GHz como la de los 5 GHz. La primera es más estable al estar lejos del router, mientras que la segunda es la más veloz si te conectas cerca.