El empate en Santa Fe entre Unión y San Lorenzo dejó varias polémicas. Más allá del 1-1, que le quedó grande al Ciclón por lo superior que fue el Rojiblanco, las declaraciones fueron lo que generaron mayor revuelo. Sobre todo las de Augusto Batalla y Rubén Insúa apuntando al árbitro Jorge Baliño.
"Respeto si hay cuestionamientos, porque en el fútbol es todo discutible. Después de ver las imágenes, sigo convencido de las decisiones que tomamos. Me parece que la cuatro amarillas, dos y dos, fueron basadas en el reglamento. Después es discutible si otro hubiera sacado la tarjeta. Entiendo que puedan sentir que es algo contra alguien, pero son solo decisiones. Estoy para tratar de que se cumplan las reglas del juego y se mantenga un orden. Para eso se me designa", expuso el colegiado en charla con Madero Sports Radio.
Asimismo, también admitió que el local fue superior: "En nuestra idiosincrasia todos se ve y todos se quejan. Me parece que Unión, más que jugar fuerte, hizo un partido intenso desde el minuto cero. Logró acorralar a San Lorenzo desde la intensidad física, pero no con violencia. Es todo discutible si hubo una falta más o menos para cada uno, pero hay ángulos para controlar el partido. Lógico que me gustaría cobrar todas, pero uno se acomoda para achicar el margen de error. No me parece que Unión haya tenido en juego violento".
En el final, explicó qué pasó en la acción en la que Federico Vera cae y luego termina en gol de Adam Bareiro: "Es verdad que tenía la potestad de parar el juego porque había un jugador en el suelo, además de que el rival, para que el partido se detenga. Pero yo consideré que fue una acción de juego, un choque producto de la disputa del balón y no una falta. Veo que el jugador se levanta y luego se vuelve a tirar. En un momento atiné a frenar, pero cuando veo que San Lorenzo atacaba, consideré que estaba perjudicando al equipo que tenía posesión del balón por una acción normal de juego. Entonces decidí que siga y justo terminó en gol de San Lorenzo".