Colón hizo una fuerte inversión en el pasado mercado para potenciar el plantel en esta lucha por la permanencia. Si bien a Néstor Gorosito no le gusta tomarlo así, lo concreto es que el equipo está en una situación complicada, pese a que queda un importante camino por delante.
Estaba claro que había que hacer un esfuerzo para intentar estar a la altura. Amén de las necesidades del presente, hay otras cosas a futuro que todavía no se resolvieron, como la continuidad de Ignacio Chicco, cuyo contrato termina en diciembre. Por ahora las ofertas de la dirigencia no convencieron a la representación, pero quedaron en seguir charlando. El jugador ya digo que no quiere irse libre.
Quienes están en la misma sintonía son dos juveniles: Tomás Moschión y Laureano Troncoso. El corondino no juega desde la salida de Eduardo Domínguez. Hace rato participa con la reserva sin estar en el radar de los técnicos que fueron pasado. Con Pipo aún no tuvo chances.
Mientras que el enganche sí fue considerado por el actual conductor sabalero, pero fue perdiendo preponderancia. Sobre todo con el arribo de las caras nuevas. Fue nuevamente bajado a la reserva para tener minutos. Dos valores formados en el club que no contarían con propuesta de renovación. Como viene la mano, pese a que pueden darse cambios repentinos, es posible que queden libres a fin de año.