El 31 de mayo pasado se produjo un importante socavón en el frente del Club Atlético Unión, concretamente en la esquina de Avenida López y Planes y Cándido Pujato, a metros del ingreso al Estadio Cubierto.
Las obras para repararlo fueron complejas. A poco de finalizarlas, Germán Nessier, vocero de ASSA, detallaba por LT10: “Se renovó un tramo de más de 16 metros del conducto que tiene un 1,20 m de diámetro, que está ubicado a 5 metros de profundidad; hubo que hacer un desvío de los líquidos que transporta este conducto con el tendido de una cañería superficial de bypass, de más de 80 metros, con una bomba que funcionó en forma continua, y la colocación de perforaciones de presión de napa porque el conducto está debajo del nivel freático natural de agua que tiene el suelo. Y una vez que se hizo el tendido de la cañería, el tapado de la misma y la construcción de una nueva cámara de acceso de vinculación de la cañería nueva de hierro dúctil con el conducto existente de hormigón armado”.
Los costosos trabajos culminaron el 17 de octubre de este año y el tránsito pudo ser habilitado en la zona de la institución tatengue tras cuatro meses y medio de interrupción.
Pero ahora, retornaron los inconvenientes: con las últimas y fuertes lluvias, un nuevo hundimiento se generó a pocos metros del primero.
El móvil de LT10 y Litus pudo averiguar que se verificó una pérdida en otro caño cloacal (distinto al que generó el socavón anterior). Por ello, se inició la demolición de la loza que había sido terminada hace solo dos semanas. En este momento, el sector se encuentra en etapa de evaluación.
Mientras tanto, otra vez debió cortarse la circulación por López Planes, y personal municipal realiza desvíos por Cándido Pujato hacia el Este.
La incertidumbre es grande. ¿Cuánto durará este arreglo? ¿De qué se tratará? ¿Quién se hará cargo de los recursos que demande, en momentos de transición gubernamental? Las dudas son muchas y por el momento, las respuestas se hacen esperar.