La tarde en el Coloso Marcelo Bielsa de Rosario dejó dos postales completamente opuestas. De un lado, las lágrimas de felicidad y el desahogo de Gimnasia, que ganó 1-0 el desempate para mantener la categoría. Del otro, la tristeza y el llanto desconsolado de Colón, que descendió y volverá a jugar en la segunda división del fútbol argentino.
Las cámaras de la TV captaron a miles de hinchas sabaleros con los ojos vidriosos y las manos en la cabeza. Resulta imposible de creer cómo un equipo con varios soldados de experiencia y recorrido(Ramón Ábila, Germán Conti, Ruben Botta, Paolo Goltz, Javier Toledo, Rafael Delgado), que fue finalista de la Copa Sudamericana 2019 y campeón de la Copa de la Liga Profesional 2021después de la pandemia, perdió la categoría y tendrá que batallar en la siempre difícil Primera Nacional durante el 2024.
En poco más de dos años, el conjunto santafesino pasó de golear 3-0 a Racing en una final del torneo argentino y bordarle a su escudo la primera estrella de la historia de la mano de Eduardo Domínguez a hundirse en la tabla general y caer en desgracia bajo la dirección técnica de Israel Damonte, quien agarró el timón cuando el barco ya se estaba hundiendo tras la renuncia de Néstor Gorosito.
Fueron 2 años, 5 meses y 27 días. Con el descenso consumado se convirtió en el segundo equipo que más rápido perdió la categoría tras ser campeón en Primera División. La triste estadística la encabeza Quilmes con 1 año, 9 meses y 26 días desde su consagración en la última fecha del Metropolitano de 1978 (le ganó el título a Boca por un punto) y su caída a Segunda en agosto de 1980.
La lista se completa con los casos de Banfield entre 2009 y 2012 (2 años 6 meses 11 días), River 2008-2012 (3 años y 18 días), Argentinos 2010-2014 (3 años, 11 meses y 11 días) y Rosario Central 1980-1984 (3 años, 11 meses y 25 días).