Colón afronta un fin de año poco feliz con el descenso a la Primera Nacional. Un final de ciclo para la gestión del presidente José Vignatti poco grato, pero que parecía también cantado por cómo se venían haciendo las cosas fuera y dentro de la cancha.
Si bien el plantel quedó licenciado luego del desempate ante Gimnasia, por ahora no hay fecha de retorno, porque se deben definir varios temas antes. Algo que se comenzará a cocinar luego del 17 de diciembre cuando se realicen las elecciones, que no quiere decir que las diferentes listas ya están armando todo para cuando sea momento de tomar la conducción.
Por un lado, ver qué pasará con el DT Israel Damonte, que puso su renuncia a disposición. Firmó en principio por un año, pero con una cláusula a fin de año. Se conocieron que algunas agrupaciones ya hablaron con conductores arraigados al ascenso, abriendo el paraguas.
Después y quizás lo más complicado, los contratos que terminan y aquellos jugadores que buscarán salir pese a tener acuerdo hasta junio y diciembre de 2024. Algo lógico, por pretensiones de continuar en Primera y por la imposibilidad de poder pagarles el salario en su gran mayoría.
Asimismo, en la Primera Nacional no hay reserva, por lo que muchos chicos quedarán libres y otros firmarán sus primeros contratos (ver a parte) para para pasar al plantel profesional. Esto se vuelve una pérdida invaluable del patrimonio.
En menos de un mes de deben ver cada una de estas cosas por parte de la nueva comisión, sabiendo que habrá que barajar y dar de nuevo en el ascenso, donde Colón será el equipo más importante y el rival a vencer por todos.