Los clientes de un restaurante de la ciudad japonesa de Nagoya, se dan cachetazos sólo por gusto, pagando el equivalente a $ 700 argentinos.
Por esa suma, aquellos que lo deseen tienen la opción de solicitar que una moza (siempre mujer) le propine una o varias bofetadas en el rostro. Esta peculiar oferta da lugar a un «espectáculo» que, curiosamente, está ganando cada vez más seguidores.
Este insólito «menú» del restaurante Shachihokoya se convirtió en un tema candente en China luego de que se difundiera en redes una recopilación de los cachetazos propinados.
Existen diversas modalidades en esta dinámica de «bofetadas»: mientras algunas consisten en bofetadas sucesivas propiciadas por camareras que hacen fila, otras se centran en una única pero fuerte palmada, cuidando meticulosamente el punto de impacto.
En ocasiones, el «castigo» es administrado por una sola camarera, pero en otras instancias participan varias en la aplicación de este singular «correctivo» que se realiza con una o dos manos, y hasta pueden llegar a dejar a las personas inconscientes.