Mientras el club se encuentra en proceso de rearmado, Pablo Frontini cerró su etapa con San Martín de Tucumán para sumarse al equipo del sur. En este contexto, el DT analizó la temporada y sacó conclusiones. “Como siempre, como todos los años, es una división dura, pareja, donde no hay favoritos y normalmente lo que uno piensa a comienzos de año después pocas veces termina pasando”, indicó.
Y añadió: ”Lo lindo que tiene el ascenso del fútbol argentino es que todos los años hay que reinventarse, exigirse para poder competir, pelear y estar ahí. Es lo que tratamos de hacer, esa es la sensación”.
Desde esta semana el técnico se encuentra al frente del primer equipo de Temperley. Al momento de hacer hincapié en su arribo, Frontini comentó: “Fue un poco inesperado porque después de haber salido de Tucumán me habían llamado algunos clubes, pero quería estar tranquilo, pensar, ver qué era lo mejor para el futuro personal y del cuerpo técnico”.
“Es un proyecto con dirigentes serios y que manejan el fútbol, un club con mucho sentido de pertenencia, así que la idea es ir en búsqueda de mejorar lo que se hizo este año que fue importante, con un gran plantel y con una gran base que dejó Alejandro Orfila”.
Consultado sobre las expectativas y la formación del equipo, el técnico se mostró detallista y expresó que “la intención es “apuntar a armar de acuerdo a los jugadores que tengamos, que se queden, o los que puedan llegar a venir, algo como el año que pasó. Queremos un equipo que quiera ganar y ser protagonista”.
“Buscamos ser competitivos, armar un equipo fuerte, representativo, con identidad, con jugadores que entiendan y sean inteligentes a la hora de tomar decisiones”, culminó.