Estudiantes venció por 1-0 a Defensa en la final de la Copa Argentina, y se quedó con su primer título en el torneo. Con esta consagración, Eduardo Domínguez se convirtió en el primero en ganar el trofeo nacional como jugador y entrenador.
El Barba, como se conoce al actual entrenador del Pincha, marcó un récord histórico al ser el primero en ganar la Copa como técnico y jugador. El exdefensor levantó el trofeo con Huracán en 2014, cuando el conjunto de Parque Patricios, todavía en la B Nacional, derrotó por penales a Rosario Central. En aquella definición en el Estadio Bicentenario de San Juan, el bonaerense marcó uno de los 5 tantos desde los 12 pasos para los dirigidos por Néstor Apuzzo.
Desde que colgó los botines a mediados de 2015, Domínguez paso por cinco equipos diferentes y acumula tres campeonatos. En 2019, mientras estaba en Nacional de Uruguay, el Bolso se quedó con la Supercopa Uruguaya. Ya en el fútbol argentino, además del reciente título, es campeón con Colón de la Copa de la Liga Profesional de 2021.
La palabra de Eduardo Domínguez luego de la consagración
"Me habían comentado que estaba a posibilidad. Es un dato", expresó el entrenador cuando en diálogo con TyC Sports le preguntaron por este récord que consiguió en la Copa Argentina.
Domínguez, sobre el título, contó: “Lo ponto en el lugar que debe estar. Nosotros llegamos hace 10 meses, en una situación no complicada, pero hay que vivir Estudiantes. Uno cuando entra y todos te hablan de la gran familia, de lo que representa, cómo se trabaja… Verdaderamente es un placer estar trabajando en esta institución. Uno se siente contenido. Me dieron todas las posibilidades para trabajar tranquilo”.
“Los jugadores comenzaron a creer en ellos. El club se posicionó para ganar algo, era cuestión de tiempo. Me toca ser el privilegio de estar sentado en el banco de suplentes cuando pasaron grandes entrenadores y no lo han podido conseguir. Agradecerle al jugador, que cree, me deja trabajar tranquilo, normal que alguno se fastidia pero sigue creyendo en el trabajo. Soy un privilegiado. Como apoyan, como tiran para adelante, me da placer estar en el día a día Entrenar grandísimos jugadores era un desafío para mí”, admitió el técnico.