Rosario Central, uno de los mejores equipos del segundo semestre del año, y Platense, una grata revelación, jugarán hoy la final de la Copa de la Liga Profesional en Santiago del Estero.
El encuentro que consagrará a un nuevo campeón del fútbol argentino, que en caso de ser Platense sería algo inédito, se jugará este sábado a partir de las 21 en el estadio Único Madre de Ciudades, en la capital santiagueña, que en la jornada previa recibió a los planteles con una temperatura de 31 grados.
El árbitro de la final será Nicolás Ramírez y la televisación estará a cargo de ESPN Premium y TNT Sports.
Central, dirigido por Miguel Ángel Russo, se instaló en la final luego de haber eliminado sucesivamente a dos grandes, Racing Club y River Plate, y está muy cerca de dar una vuelta olímpica después de un lustro, cuando ganó la Copa Argentina en 2018.
El "Calamar", por su parte, apeló a la enorme figura de su arquero Ramiro Macagno para eliminar sucesivamente en series de penales a Huracán y Godoy Cruz de Mendoza.
Central y Platense tienen una característica en común, ya que comenzaron la temporada preocupados por alejarse de los puestos de descenso, y con campañas muy buenas dejaron atrás ese tema y se clasificaron a los cuartos de final, como cuartos de las Zonas A y B, respectivamente.
En cuanto a las formaciones para la final, tanto Russo como Palermo planean repetir las formaciones que jugaron las semifinales de la Copa de la Liga. No obstante, Russo duda entre mantener en el mediocampo a Agustín Toledo o bien incluir un delantero como Maximiliano Lovera para que el mexicano Luca Martínez Dupuy tenga mayor compañía arriba.
Por el lado de Platense, ante una posibilidad única y quizá irrepetible de ser campeón y además ingresar a jugar la próxima Libertadores, el "Titán" Palermo no tocará nada, muy conforme con lo que mostró el equipo en las series anteriores.