Cuando Tomás Conechny anotó para que Godoy Cruz se quedara con el 1 a 0 definitivo, fue como un puñal para todo Lanús. El equipo de Ricardo Zielinski perdió su segundo partido consecutivo y el Granate no puede alejarse del fondo de la tabla de los promedios. De hecho, iguala con Vélez la penúltima posición, apenas por encima del recién ascendido Riestra.
El entrenador aún no es apuntado por la gente. En definitiva, el Ruso logró enderezar al equipo sobre el final de la Copa de la Liga pasada y en los últimos seis partidos del certamen, el equipo sumó tres empates, dos triunfos y una sola derrota cuando antes de su llegada venía en caída libre. Sin embargo este comienzo con un triunfo y dos derrotas, comienzan a calentar el clima.
La campaña anterior a la llegada del Ruso, con una sola victoria, tres empates y cinco derrotas, condenó al equipo a terminar último en su zona y la paciencia con algunos futbolistas como Lucas Acosta o José Canale, que suelen ser el objetivo de los reproches del hincha, parece estar al límite. Sin embargo, al menos en el caso del arquero no se avizoran cambios: caída la chance de repatriar a Agustín Marchesín, el DT eligió sostener al actual titular.
Más allá de algún jugador puntual, los grandes apuntados de la gente de Lanús son los dirigentes. Y no sólo en las redes, que arden. Durante gran parte del certamen pasado se vivieron fuertes cruces con parte del público, que tomaba el playón y alguna vez hasta llegó a subir a las oficinas de los dirigentes pidiendo explicaciones. Es que se trata de un momento poco habitual en los últimos años de Lanús, en los que el club conquistó títulos y copas y se mantuvo casi siempre peleando arriba.
Este domingo el Granate tendrá un complicado duelo ante el Platense de Sebastián Grazzini en el estadio Ciudad de Lanús a las 19 horas.