Diego Schwartzman volvió a iniciar un torneo con el pie izquierdo. Esta vez cayó en su debut en el Córdoba Open ante el también argentino Román Andrés Burruchaga, hijo de Jorge, campeón del mundo de fútbol en el 1986.
El Peque nuevamente no encontró su nivel y fue derrotado por el joven de 22 años, quien sumó su primera victoria ATP. Con gesto de enojo pero grandeza deportiva, en declaraciones pospartido, lo primero que hizo Schwartzman fue resaltar a su rival. "Partido complicado, pero tampoco quiero hablar tanto de mí. Es el primer partido ATP que gana Román, con su papá acá, que representa mucho para Argentina, yo que soy futbolero. Ojalá el pueda disfrutar. Yo por mi lado enojado con mi nivel pero hay que verle el lado positivo de que se suma un argentino. Ojala pueda avanzar", le deseó.
Ya sí sobre el bajo nivel que viene mostrando, señaló primero: "Es un momento complicado. Afuera de la cancha estoy muy bien pero dentro de la cancha me está costando mucho el nivel. No hay mucho que darle vueltas. Por distintas razones, a veces por nivel, a veces por tensión. Distintas razones se me van dando en los partidos que me hacen no jugar en el nivel en el que estoy acostumbrado".
Luego, se sinceró más profundamente sobre el bajón continuado. "Llevo una racha larga en la que no encuentro mi nivel. Incluso el año pasado, en esta gira en la que empezó ese bajón de nivel. Hoy repetí, pero tampoco quiero entrar mucho en detalle de lo mío. Es una derrota y a esta altura del partido no la voy a ver más grave de lo que es. A seguir entrenando y quizás en algún momento hace el click que me permita volver a mi nivel", señaló.