Durante el fin de semana, se produjo el derrumbe de una barranca en Colastiné Norte, y dos viviendas se vieron seriamente comprometidas. Incluso una de ellas perdió una pileta de fibra de vidrio que tenía a la vera del río.
Al respecto, desde la Dirección Provincial de Obras Hídricas, explicaron que estuvieron recorriendo la zona y aseguran que las propiedades están emplazadas "en una zona que es propicia para que se den estos fenómenos", ya que en el lugar donde están las casas, el Río Colastiné tiene una curva pronunciada de casi 90°, "y es normal que el río genere erosiones improtantes en la parte externa del río, donde se registran las mayores velocidades".
Además, Marcela Reynares, directora Provincial de Obras Hídricas, detalló que "el terraplén en ese sector está por detrás de este grupo de casas".
"En lo técnico, es lógico que se den los desmoronamientos por la zona del río en la que están los terrenos. Es una zona de peligro" agregó la funcionaria quien también contó que incluso uno de los propietarios afectados estaba demoliendo la edificación.