Los policías acusados del crimen de Franco Casco, el joven de 22 años que desapareció y fue hallado asesinado en el río Paraná, seguirán en libertad.
El Tribunal Federal número dos de Rosario rechazó los pedidos de prisión preventiva para los oficiales que se encuentran imputados por la desaparición seguida de muerte de la víctima ocurrida hace diez años.
La Cámara Federal de Casación Penal anuló las condenas, por lo que un nuevo tribunal tendrá que llevar adelante un nuevo juicio y en ese contexto los fiscales Fernando Arrigo y Federico Reynares Solari presentaron un recurso para que los sindicados cumplan prisión preventiva por un eventual peligro de fuga, al tiempo que reclamaron la prohibición para que salgan del país.
Sin embargo, los jueces Eduardo Rodrígues Da Cruz, Elena Dilario y Román Lanzón consideraron que los efectivos deben seguir libres.
Los policías acusados son Diego José Álvarez, Walter Eduardo Benítez, Fernando Sebastián Blanco, Cecilia Contino, César Acosta, Enrique Gianola Rocha, Cintia Greiner, Marcelo Guerrero, Guillermo Gysel, Rocío Hernández, Esteban Silva, Ramón Juárez y Franco Zorzoli, sobre quienes pesa un pedido de prisión perpetua.
Por su parte, en el anterior juicio se habían solicitado 14 años y diez meses para Belkis González y Rodolfo Murúa, 5 años y 10 meses para Pablo Síscaro y Daniel Escobar.
El joven de 22 años había salido de su casa, en la localidad bonaerense de Florencio Varela, a fines de septiembre de 2014 para tomar el tren e ir rumbo a Rosario para visitar a su tía en el barrio Empalme Graneros.
Días después le avisó a sus padres que iba a retornar a Buenos Aires, por lo que debía abordar la formación en la estación Rosario Norte, pero nunca llegó y su cuerpo apareció 24 días después en el río Paraná. La autopsia confirmó que murió por asfixia, y que lo habían arrojado al agua ya sin vida.
En la investigación se pudo comprobar que Casco había sido detenido cuando iba a tomar el tren de regreso por "actitud sospechosa".