El Partido Justicialista (PJ) finalizó su Congreso Nacional en el estadio de Ferro, en la ciudad de Buenos Aires, en donde se consensuaron las perspectivas de la organización en el marco de los "momentos más dramáticos de los últimos cuarenta años de la recuperada democracia argentina", según consta en su documento final.
Tras aceptar la licencia del presidente del partido, Alberto Fernández, la fuerza encaró la definición de un nuevo liderazgo y aceptó la propuesta de Axel Kicillof de avanzar hacia una conducción colegiada a partir de una nueva mesa de acción política, que aún no cuenta con integrantes. Bajo la dirección del gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, 466 congresales del Partido Justicialista (PJ) participaron del armado de la comisión.
El partido reconoció "una doble obligación": "tener un cuadro de situación adecuada de dónde estamos parados" y "o, empezar a delinear un proyecto de hacia dónde queremos ir, porque sin ese norte claro ningún viento nos será favorable". "El pueblo argentino mira, naturalmente, hacia el peronismo porque sabe que allí reside una larga experiencia de luchas históricas, así como una reserva de futuro que puede y debe ser puesta al servicio de la Nación", consideraron en el documento final.
Diagnóstico del Partido Justicialista
En su declaración final, el Congreso Nacional del Partido Justicialista apunta que "el gobierno actual, desde el día en que asumió, ha desatado una batería de medidas brutales que golpean sin piedad a la mayoría de nuestro Pueblo. Muchas de estas políticas son conocidas, repiten el guion escrito precisamente por los ideólogos de la última dictadura cívico-militar que nos han llevado a reiterados fracasos. Sin embargo, nunca se habían intentado aplicar todas juntas y en tan corto lapso".
Asimismo, analizaron que "la soberanía nacional se encuentra en peligro bajo el imperio de un gobierno que no protege nuestros recursos naturales, ni defiende nuestra integridad territorial haciéndose el distraído y cómplice ante la presencia de una potencia extranjera en nuestras Islas Malvinas". "El desguace del complejo científico-tecnológico argentino pone en peligro la soberanía del conocimiento, sector clave para el desarrollo económico sustentable de cualquier nación", añadieron.
"Se agrega a este cuadro, el desfinanciamiento y la agresión permanente hacia nuestras expresiones artísticas, arrasa el patrimonio cultural afectando el alma de nuestro Pueblo y su identidad como nación soberana. El gobierno además pisotea el federalismo constitutivo de nuestro sistema político y nuestra unidad nacional al hacer recaer parte del ajuste en la Provincias argentinas", sostuvo el documento.