Suena triste, pero es cierto. El mundo del tenis se acostumbró a oír de labios de Rafael Nadal que “no jugará el próximo torneo”. Desde el ATP Finals de 2022, en noviembre de aquel año, hasta hoy, el zurdo de Manacor solamente disputó cinco partidos. Una victoria y una derrota en el Australian Open de 2023 y dos victorias y una derrota en Brisbane, casi un año después de su último encuentro en Melbourne Park. Y continuamente sus más fanáticos se esperanzan con su regreso, pero Rafa parece no traer sino la misma noticia siempre: “No podré jugar por problemas físicos”. Ayer no fue la excepción y confirmó que es baja para el Masters de Montecarlo, el torneo que ganó 12 veces y que inaugura la gira de polvo de ladrillo que el ex número 1 del mundo tanto disfruta.
El español ha lidiado con problemas físicos durante toda su carrera. Desde su juventud, cuando usaba aquellos pantalones tres cuartos con los que se tapaba los vendajes en sus rodillas. Y se ha ausentado de muchos más torneos que sus máximos competidores, como Novak Djokovic y Roger Federer, poseedores de un físico privilegiado. En 21 años de carrera fueron 24 las lesiones que sufrió el 22 veces campeón de Grand Slam. Algunas, leves, es cierto; pero otras varias requirieron como mínimo 3 meses de recuperación y, en total, si se suman todas las semanas en las que se ausentó del circuito, Nadal se perdió ¡3 años completos!
Wimbledon 2003 fue el primer Grand Slam que jugó Rafael Nadal en su carrera. Desde entonces, incluyendo el último Australian Open, se ha perdido quince torneos grandes. Para dimensionar: Roger Federer, hasta los 37 años (la edad que actualmente tiene el español) solo se había ausentado por lesión en cuatro de ellos. Novak Djokovic, desde 2005 hasta el presente, en tres. La estadística explica, en parte, porque el serbio y el 14 veces ganador de Roland Garros ostentan el mismo porcentaje de victorias en los torneos de máxima categoría: 88% (Federer, 86%).
Además de la decena y media de ausencias, Nadal debió retirarse de Roland Garros 2016 y Wimbledon 2022. En París, por un dolor en su muñeca izquierda, que lo forzó a no jugar frente a su compatriota Marcel Granollers en los octavos de final. Y en el All England sufrió un desgarró de 7 milímetros en el abdomen, durante la que de todos modos fue victoria en cinco sets frente a Taylor Fritz. Al día siguiente, pese a que había mucha expectativa alrededor del que iba a ser su enfrentamiento por semifinales contra Nick Kyrgios, Nadal comunicó su salida del torneo. Y, como si fuese poco, Rafa debió abandonar un partido de Grand Slam durante su transcurso en tres oportunidades: en los Australian Open de 2010 y 2018 y en las semifinales del US Open, también de 2018, frente a Juan Martín Del Potro.
Para entender la dificultad que tiene Rafael Nadal para regresar al circuito a sus 37 años es necesario repasar algunas de sus lesiones más importantes. Porque, algunas de ellas, son crónicas o congénitas. Su rodilla lo ha tenido a maltraer desde adolescente. Y su pie, incluso desde que era un bebé.