En el momento menos esperado, después de apuntarse con solvencia y comodidad el primer set, el destino de Carlos Alcaraz en el Masters 1000 de Madrid dio un giro radical que le dejó fuera de la competición que ganó en los dos últimos años, superado por el ruso Andrey Rublev (4-6, 6-3 y 6-2), mucho más inspirado, estable y, sobre todo, más regular.
El moscovita, que llegó a Madrid con cuatro derrotas seguidas y un panorama confuso, acumula otras tantas victorias seguidas para erigirse en serio aspirante al éxito. "Creo que la clave fue que estuve completamente tranquilo durante todo el partido. No dije una palabra, incluso cuando estaba perdiendo", asumió el ruso sobre la pista, tras el partido.
En caso de conseguir el triunfo, escalará hasta la 17° ubicación en el ranking ATP, que sería la mejor en su carrera. Mañana se jugarán los otros dos partidos correspondientes a los cuartos, donde el italiano Jannik Sinner (primer preclasificado) irá ante el canadiense Felix Auger-Aliassime, y el ruso Daniil Medvedev (3°) se las verá con el checo Jiri Lehecka (30°).