Si por algún motivo te toca tender la ropa dentro de casa sin que le quede olor a humedad mientras se seca, existe un método que podés probar para lograr el objetivo.
Se llama “tendido arcoíris” y es muy efectivo en los días frescos o lluviosos. Para realizar esta técnica milenaria, se deberá tener un tender y sobre él colgar las prendas en las varillas disponibles. Pero no de cualquier manera.
Este método indica que se debe colocar la ropa de mayor volumen o largo en los extremos del elemento extensible y la pequeña en el medio, de manera espaciada. De esta forma habrá espacio para que corra el aire y la indumentaria pueda secarse en cuestión de horas.
Una vez que las prendas estén secas, podés rociar las mismas con un desodorante para telas de modo tal que se refuerce el aroma a recién lavado.
Otra ayuda es ubicar el tender cerca de la calefacción, para así usar su calor y acelerar el proceso de secado mientras calefaccionás la casa. Además optimiza el tiempo y evita el olor a humedad que queda en la ropa cuando pasa días húmeda.
Otros consejos:
Usar una toalla: extender una toalla sobre una superficie plana y dentro de la misma ubicar las prendas a secar. Con un movimiento rotativo de un lado para el otro, se secarán parcialmente y, al estrujarlas, la humedad en las telas dejará de ser un problema.
Usar un ventilador: los ventiladores de estilo industrial, tienen la capacidad de secar la ropa de manera uniforme y son usados, en algunos casos, por los lavaderos.
Ropa separada por clase: clasificarla por tamaño y tipo puede ser beneficioso para acelerar el secado. Colgar con broches del lado más largo de la prenda a secar acelera aún más el proceso.
Además, colocar la ropa de manera horizontal, pero en tenders elevados, hace que se seque en menos tiempo.