El asado a la parrilla es mucho más que una simple técnica de cocina, es más bien un ritual. Nada como reunirse alrededor del fuego y disfrutar de una buena carne asada para celebrar la amistad y tener buenos momentos compartidos.
Para que el asado sea de otro nivel, los expertos tienen ciertos trucos que los convierte en auténticos asadores. La selección de los cortes de carne, el modo de preparación y el punto de cocción son las claves. ¿Listo para un aplauso para el asador?
Fuego abundante
Un buen asador tiene prohibido fallar con el fuego, que siempre debe ser abundante. La temperatura debe ser sostenida, que en definitiva será crucial para la cocción.
La carne debe llegar sin temperatura a la parrilla
Los más experimentados sugieren sacarla de la heladera varias horas antes. Al menos con una o dos horas evitarás que los tejidos del corte, una vez que entren en contacto con la parrilla caliente, se contraigan y pierdan la ternura.
Usar sal gruesa
Siempre teniendo en cuenta el grosor de cada corte, será imprescindible utilizar sal gruesa. Se la coloca en ambos lados para salar el trozo a lo largo de la cocción.
Elegir bien la carne
Aunque en este punto primará el bolsillo, la selección de la carne es clave. Los cortes clásicos como el vacío, la tapa de asado, la faldita y la entraña llevan la delantera. Y ante la clásica discusión sobre si ternera o novillo, se define con el paladar.
El carbón debe estar bien encendido
Muchos principiantes cometen un error al abrir el fuego antes de que los carbones se hayan transformado en brasas. Deben estar al rojo vivo o con las primeras tonalidades grises.