Para almacenar tus envases de plástico sin que ocupen espacio de más en tu cocina, tomá nota de los siguientes siete consejos útiles.
Verificá lo que tenés: empezá por sacar los contenedores de plástico y tapas que estén guardados y luego verificá si todos tienen tapa.
Tirá los que ya no sirvan: muchas veces se suelen guardar algunos que ya están aplastados, quemados o rotos, pero para poder ganar un poco más de espacio deshacete de todos los que ya no estén en buenas condiciones y no puedan cumplir con su labor de manera correcta.
Organizá las tapas por tamaños: para no extraviarlas, almacenalas y ordenalas por tamaño, así estarán siempre a mano y el espacio que destines para ellas se verá ordenado y no ocuparán espacio de más.
Organizalos por formas: ordenarlos por formas redondas, cuadradas y rectangulares te ayudará a ahorrar un poco de espacio porque irá ligado para el siguiente tip.
Guardá uno dentro del otro: una vez que estén organizados por formas, podés ir metiendo uno dentro del otro, el más grande hasta abajo y así sucesivamente hasta llegar a los más pequeños, de esta manera podés guardar más de tres en el mismo espacio de uno.
Aprovechá las puertas de los cajones: las podés ocupar para colocar las tapas y dejar todo el cajón para los contenedores de almacenamiento de alimentos, tan solo colocá revisteros pegados a la parte interior de la puerta y listo.
Descartá otro tipo de envases que no son para este fin: los potes de yogurt o crema se suelen usar como recipientes, pero esta práctica no es recomendable, ya que su composición no está hecha para darle más usos porque pueden llegar a romperse, agrietarse o liberar sustancias que derivan en el crecimiento de virus, bacterias, hongos y parásitos.