Un hombre detenido en la cárcel de Las Flores de la ciudad de Santa Fe fue condenado a tres años y tres meses de prisión por haber amenazado a su expareja. Se trata de Fernando Gabriel Valdivia de 26 años.
La sentencia fue ordenada por el juez Jorge Patrizi, en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos que se desarrolló en los tribunales de la capital provincial. A partir de un antecedente penal condenatorio, el magistrado además declaró reincidente al autor de las intimidaciones.
El fiscal que estuvo a cargo de la investigación y representó al MPA en la audiencia en la que se impuso la condena es Esteban Morales. Según explicó, "el monto de la pena impuesta resultó de la unificación de dos años de prisión efectiva que le correspondían a Valdivia por los amedrentamientos y una condena previa que aún no había terminado de cumplir".
Desde distintas líneas
Morales afirmó que "el condenado llevó adelante sus conductas delictivas en diciembre del año pasado". Indicó que "mientras estaba legalmente detenido, se comunicó desde diferentes líneas telefónicas con una mujer con la que mantuvo una relación de pareja que en ese momento ya había terminado", y aseguró que "le envió mensajes de audio y texto con el fin de atemorizarla".
"Valdivia le exigió a la mujer que cambiara su foto de perfil en la que se la veía con otro hombre", precisó el fiscal. "A su vez, le dijo que cuando tuviera salidas transitorias por las fiestas de Navidad y Año Nuevo, iba a ir hasta la casa de ella para matar a su actual pareja", especificó.
"En otras ocasiones, el condenado le expresó a la víctima que quería retomar su relación con ella, la insultó y la denigró por no estar de acuerdo", planteó el funcionario del MPA.
Asimismo, remarcó que "los ilícitos fueron cometidos en un claro contexto de violencia de género", y aseveró que "el hostigamiento sufrido por la expareja de Valdivia tuvo entidad suficiente para afectar el libre desarrollo de su vida personal".
Responsabilidad penal
El hombre de 26 años aceptó expresamente su responsabilidad penal como autor de amenazas coactivas reiteradas, cometidas en al menos cuatro oportunidades en un contexto de violencia de género.
En tanto, la Defensa aceptó la atribución delictiva, la pena única impuesta y la decisión de abreviar los procedimientos del juicio.
Por su parte, la víctima fue notificada sobre lo resuelto y manifestó su conformidad.